Cómo hablar con Dios en el trabajo
Durante 24 segundos todos vuelan en un ascenso con quiebres a un lado y a otro, izquierda-derecha-izquierda, mientras siguen avanzando, ciegos. “Desde el cockpit no se puede ver la salida y conforme vas subiendo no sabes donde vas a aterrizar”, dijo una vez el asturiano Fernando Alonso.
Ayrton Senna da Silva decía que hablaba con Dios precisamente ahí, en Eau Rouge, esa curva del circuito de F1 SPA-Francorchamps de Bélgica, que le pone los pelos de punta a todos y que sin embargo, dicen, representa “la más preciada gota del maravilloso elixir de la F1.”
Aunque era una persona de una religiosidad franca y abierta (que hasta era motivo de burlas), esta y otras experiencias del piloto brasileño parecían, sin embargo, ir más allá de lo que tradicionalmente conocemos como Fe. Una de sus experiencias místicas más importantes no ocurrió en Bélgica, sino en Montecarlo, durante las pruebas de clasificación para el Gran Premio de 1988. Leer más »Cómo hablar con Dios en el trabajo