
A veces nuestros pensamientos pueden hacer que nos sintamos solos. A mi me ocurre con cierta frecuencia, especialmente con mis ideas acerca del dinero. Creer, como yo creo, que no hay nada pecaminoso o “bajo” acerca del dinero, te separa de una parte de la sociedad. Creer que para ganar dinero – inclusive mucho dinero- no es necesario hacer nada inmoral ni jugar un juego en el que los demás son adversarios, te aleja de muchos. De muchos que, movidos por su sensibilidad y convicciones, no juegan el juego (se rehúsan a buscar una vida de abundancia) y de muchos que sí juegan el juego, que valoran o inclusive endiosan el dinero, pero convencidos de que lo que hay que hacer para obtenerlo es trabarse en una lucha con el prójimo. “El mejor gana”.
Pensar que el dinero no es menos “elevado” que el trabajo, el sexo o el arte, también te separa un poco. Pero lo que más te separa es pensar, como también pienso yo, que el dinero no es “poco espiritual”. ¿Quién dijo que el dinero se lleva a las patadas con el alma? Cuando uno dice algo como eso, mucha gente piensa que estás loco o que sos un voluntarista incurable 🙂
Sin embargo, al ir por ese camino algo solitario al principio, te vas acercando gradualmente a otras personas, algunas tan fascinantes como Lynn Twist. Lynn es una persona que en los últimos 25 años recaudó más de 150 millones de dólares en 87 países diferentes para distintas causas filantrópicas.
En el curso de esas experiencias con magnates y mendigos, grandes corporaciones y pequeñas iglesias de barrios pobres, hoteles de cinco estrellas en Nueva York y orfanatos en Calcuta, aprendió a relacionarse con el dinero de una forma diferente. Y llegó a una conclusión:Leer más »El alma del dinero