Yo le llamé hasta ahora “cocina molecular”, pero parece que la llaman también “geek gourmet”. Hasta ahora también pensaba que sus cultores eran chefs famosos y reconocidos como Ferran Adrià (de El Buli, en Cataluña) o Heston Blumenthal (de Fat Duck, en Inglaterra). Pero parece que últimamente se ha vuelto un territorio más popular, especialmente para los fanáticos de la tecnología (de ahí el “geek”). Inclusive algunos, como Marc Powell (vean su blog, es imperdible), lo llaman “food hacking”. No es sorprendente, es gente de la que se deleita reescribiendo el código de Windows o reeditando Star Wars en su iMac, sólo que ahora ha vuelto su atención hacia cómo preparar un tuco o una carbonara, pero de color azul.Leer más »Food hackers