WD 40 es la marca de un famoso lubricante. Su nombre significa, literalmente, que fue desarrollado con éxito recién en el intento número 40 (water displacement – 40th attempt). Si Norm Larsen, su creador, se hubiese detenido en cualquiera de los 39 “fracasos” anteriores, el producto no hubiese alcanzado nunca el éxito que obtuvo más tarde.
Woody Allen tenía razón, la mayor parte del éxito se basa en insistir. Y muchísimas personas se detienen, sin saberlo, 10 o 15 centímetros antes de la línea de meta. Triste.
Esto no quiere decir que no haga falta modificar, mejorar o repensar lo que hacemos. No estoy abogando por la testarudez en sí misma. Sólo digo que es muy común que alabemos un éxito, sobretodo los que parecen lograrse de la noche a la mañana, pero es mucho menos común que apreciemos todos los intentos previos que llevaron conseguirlos.
¿Tú cuántos intentos llevas?