Mucha gente me lo ha preguntado. ¿Para qué hago la columna de La Capital? En el último envío del 2007 puse la respuesta:
Creo que la gente que lee esta columna se divide en dos grupos:
1- Los que la leen siempre, buscando información sobre oportunidades de negocio y casos empresariales innovadores.
2- Los que la leen ocasionalmente, aunque no terminan de entender de qué trata o para qué sirve. Para ellos escribo la última columna del año.
El objetivo de Start Up es sencillo: hacer visible lo que no vemos. O, en términos menos esotéricos, mostrar formas de generar riqueza que están disponibles para nosotros, pero que no siempre reconocemos.
En 2007 me tocó hacer dos viajes por los EEUU, recorriendo ocho ciudades en cada uno, de costa a costa. Si tuviera que decir qué es lo que más me impresionó de la primera economía del mundo diría esto: lo que para ellos es obvio, para nosotros suele ser una novedad. Las tecnologías sociales y la web 2.0 son obvias para ellos. Para nosotros, no tanto. El ecoturismo es obvio y el futuro de las energías renovables también. La primacía del diseño y la sofisticación de la gastronomía son cosas de todos los días. Más importante, el movimiento de corporaciones, instituciones y emprendedores que quieren reescribir las reglas del capitalismo sobre bases más justas y sustentables, es más vigoroso que en cualquier otro lugar. En comparación, nosotros estamos en pañales.
Sin embargo, uno podría preguntarse, ¿porqué en la era de la comunicación instantánea nos cuesta ver “en el sur” lo que es evidente “en el norte”? La respuesta, posiblemente, es que tendemos a ver sólo lo que nos hemos habituado a ver.
Es por eso que pasamos más tiempo esperando la próxima crisis, que averiguando cuáles de las maravillas de las tecnologías o tendencias económicas modernas puede deparar un tesoro para nosotros. Pero, aunque nadie puede culparnos, podemos cambiar.
¿Para qué sirve esta columna? Para mostrar que existen muchas más opciones que las que estamos habituados a ver. Formas de generar riqueza que son más creativas que competitivas y que hacen consistente el desarrollo con el equilibrio social y ambiental. En el próspero 2008, ¡esperen más ejemplos!