Te voy a contar el secreto de la gente más creativa.
Puede que te sorprenda, porque parece un poco raro.
El secreto de los mejores innovadores (empresas o personas) es la limitación.
O sea tener pocos recursos y/o muchas limitaciones.
No, no es una locura y, si lo piensas bien, hay ejemplos de esto por todas partes.
Un buen ejemplo es… la pasta.
Como cambiar todo cambiando casi nada
Los italianos son magos de la innovación. Desde la cuna.
Y la pasta y sus salsas son una demostración clarísima.
Infinitas variaciones sobre la base de poquísimos ingredientes.
Piensa por ejemplo en las 4 salsas de pasta romanas.
La primera y más simple es Cacio e Pepe, o sea queso y pimienta.
Simple. Pecorino romano y pimienta.
Ahora agrégale guanciale (embutido similar, pero no igual, a la panceta) y podemos hacer pasta a la Gricia.
Ahora, si le agregamos a estos ingredientes un par de huevos (la yema) tenemos la famosa Carbonara.
Y si quitamos los huevos y los reemplazamos por tomate y una guindilla/ají/chile tenemos una Amatriciana.
Un pequeño cambio y tenemos una salsa totalmente distinta.
Eso para no hablar de las miles de formas y presentaciones de un alimento (la pasta) que es básicamente lo mismo, pero cortado y modelado con una creatividad infinita.
La madre de la innovación
Como te decía, LA LIMITACIÓN es la madre de la innovación.
Son las restricciones las que despiertan nuestra creatividad y nos hacen generar combinaciones nuevas.
Con pocos ingredientes, miles de pequeñas variaciones generan productos nuevos y diferenciados.
No es el único ejemplo.
En los comienzos de la informática las limitaciones de memoria de las computadoras sacaban lo mejor de los programadores.
Cualquiera de ellos te dirá que mientras más limitaciones encuentre un programador, más creativo se volverá.
Podría darte docenas de ejemplos, pero te voy a aburrir.
Lo importante es esto: lo que te limita, te hace creativo.
El padre de la innovación
Ahora bien, si la limitación es la madre, la innovación tiene también un padre.
Hay otro disparador de la creatividad.
Muy diferente y, para muchos, muy inesperado: es espiar.
¿Espiar qué? Varias cosas…
– El mercado.
– La competencia.
– Otros sectores, países, tecnologías…
Llámalo benchmarking…
Espiar lo que hace la competencia se solía llamar benchmarking, pero es más que eso.
No es sólo mirar lo que hace el mejor en mi sector y tratar de “alcanzarlo”.
Es saber cómo están jugando los que juegan en tu mismo mercado.
Es conocer sus estrategias y saber si les están funcionando.
Y es definir TU estrategia en función de esos datos.
Desde que existe el mundo que se practica esto. No es nada nuevo.
Espiar a la competencia es una práctica antigua.
No debería darte vergüenza, lo hacen (lo hacemos) todos.
Usando la IA para espiar
Lo nuevo es que ahora tenemos mejores herramientas. Y la mejor de todas es la IA.
¿Sirve para esto la IA?
Por supuesto, sirve para casi todo. Y es más eficiente también.
Nos permite hacer lo que antes no podíamos. O era muy caro. O era muy difícil.
Obtener información veraz, fidedigna, útil de lo que están haciendo nuestros competidores y cómo podríamos usar esa información para mejorar nuestro desempeño.
Es una de las formas más lógicas y simples de usar la IA para una empresa mediana o pequeña.
No tiene costo, aunque obviamente requiere trabajo.
Una herramienta simple pero poderosa
Una forma de reducir el trabajo necesario es usar IA tanto para obtener la información como para analizarla, e incluso para que nos sugiera estrategias para nuestra empresa.
Esta es una guía paso a paso para hacerlo.
Una guía completa, práctica y orientada a resultados.
Aplícala sin sentir vergüenza.
Y si te molesta decir que espías, no te preocupes… llámalo benchmarking.