Debí haberlo sospechado. Yo estaba parando en Santa Mónica en la casa de Monte Factor, un empresario y amigo íntimo de Roberto Mizrahi. Resulta que Monte fue y es una suerte de mecenas y protector de cuanto artista alternativo salió de California (y miren que hay muchos, eh?). De hecho, fue uno de los protectores (y amigo) de Andy Warhol, al punto que en su casa colgaban varias obras originales del artista pop más conocido.
La cuestión es que ese sábado a la noche aparece un señor alto, de barba a quién nadie le daría los setenta y pico que tiene… Era George Herms, íntimo amigo de Monte y ex-protegido. Herms es uno de los siete miembros originales del movimiento “beat” americano, una especie de ícono ambulante del arte americano alternativo de los 50 y los 60.
Comimos una “barbecue” mientras este señor, que tiene la paz de un monje lama, nos explicaba con humildad que se dedicaba a “hacer arte, desde que me levanto hasta que me acuesto”.
El toque bizarro es que luego de la cena pasamos a la mega-sala con mega-pantalla de tele de Monte para ver Los Sopranos!!!… O sea, película híper violenta de gangsters, con balazos y sangre a baldazos. Nada que ver con el amigo Herms. Que, a propósito, me regaló un catálogo autografiado de su famosa exposición de Roma (82/83) mientras era Fellow de la Academia Americana.
OK, OK. No tiene nada que ver con negocios todo esto. Pero me di el gusto de contarlo. Parafraseando a Warhol, “todo el mundo tiene derecho a 5 minutos de cholulismo”.