El 83% de la publicidad está orientada a un sólo sentido: la vista. Sin embargo, el oído y el olfato influyen más en nuestro estado de ánimo y, por consiguiente, en lo que elegimos y lo que rechazamos. ¿Porqué no se usa el olfato para vender, como sí se hace con la vista? Hay alguien que en realidad ya lo está haciendo. La noticia está en el blog de Maru Canales, aquí en wordpress, que recomiendo visitar. Sin embargo, conviene adelantar que empresas como Aromarketing lo que hacen es utilizar los aromas para llamar la atención sobre un producto (olor a chocolate en una pastelería), contar una historia o hacer referencia a un lugar (olor a coco en la sección trajes de baño), realzar el ambiente de trabajo y hasta identificar “olfativamente” a la empresa creando una fragancia única y exclusiva (si se crean logos, porqué no perfumes?). Fascinante, especialmente para un fanático de los aromas como yo.
Marketing olfativo: comprar con la nariz
- por eduardoremolins