Innovación no es lo mismo que tecnología

Siempre me ha llamado la atención y últimamente un poco más. ¿Porqué cuando hablas de innovación mucha gente inmediatamente traduce: “tecnología”?.

– Voy a dar un curso de innovación

-Ah, sobre empresas de tecnología, ¿no?

Me pasa todo el tiempo.

Bueno, a veces sí se trata de tecnología. Pero no siempre. La innovación es un proceso de negocio, el que te permite mejorar o desarrollar nuevos productos, servicios o el modelo  mismo de negocio. Es hacer las cosas de un modo diferente… y mejor, claro.

Una empresa de tecnología es otra cosa. Generalmente cuando decimos “tecnología” pensamos en tecnologías de la información. Pensamos en Internet, en software, en hardware o en telecomunicaciones. Si nos estiramos un poco más podemos llegar a asociar tecnología con ciencias de la vida.

Ahora bien, aún dentro de las empresas de tecnología existen empresas innovadoras y otras que no tanto. Conozco empresas de software, por ejemplo, que hacen básicamente el mismo producto hace diez años y les cuesta mucho innovar. Y conozco restoranes (negocio “tradicional” si los hay) que son increíblemente innovadores. La innovación no es cuestión de sectores.

La innovación es una función dentro de la empresa. No puede quedar sujeta a la inspiración genial de un sólo individuo (aunque sea el fundador de la empresa). Al menos no puede ser así por mucho tiempo. Llegará el momento en que el dueño deberá retirarse y la empresa sufra la falta de su capacidad.

La innovación debe ser una capacidad imbuida en la organización. La empresa es la que debe saber cómo hacer para reinventar sus productos y reinventarse ella misma permanentemente.

Y aquí es donde aparecen las herramientas y se confunde gato por liebre. Una herramienta para innovar es la que nos permite aprender e incorporar esas capacidades de innovación. Son herramientas de gestión, antes que nada. Así como hay herramientas para gestionar la calidad o la logística o las finanzas, también hay (aunque no se conozcan tanto), herramientas para gestionar la innovación.

Puede que algunas de esas herramientas sean software (como los de gestión del conocimiento, brainstorming, las plataformas de innovación abierta, etc.), pero la tecnología siempre es un instrumento, no otra cosa.

Dicho esto, por supuesto que el mundo de las empresas de tecnología es el que muestra mayor tasa de innovaciones dentro de todos los sectores. Eso es indudable y probablemente el motivo de toda la confusión. Pero me gustaría reforzar dos ideas que considero importantes:

1. Si tienes una empresa de tecnología (de TI, por ejemplo), eso no es garantía de que estés siendo todo lo innovador que requiere el mercado. Analízalo.

2. Si tienes una empresa que no es de tecnología, puedes ser tan innovador como cualquier empresa de tecnología. O más.

La innovación es una capacidad. La tecnología una herramienta.

Aprende cómo desarrollar el ADN de la innovación en un mundo en cambio continuo