Saltar al contenido

Financiamiento casero (Alfredo Casero hace crowdfunding)

Lo primero que hay que decir es que él dice que no, que esto no es crowdfunding. Pero lo cierto es que, sin entrar a discutir sutilezas, es la mejor forma de explicar el proyecto Cha3Dmubi. Ese nombre tan extraño es simplemente una película que hará Casero y se financiará con la preventa de sus entradas. Es decir, cada persona que quiera asistir podrá comprar su entrada antes de que se estrene la película y luego podrá acceder a verla en alguno de los locales CERRADOS en los que se exhibirá.

Lo que segundo que hay que decir es quién es Alfredo Casero, para beneficio de los lectores no argentinos. Casero es un actor genial, que se ha dedicado principalmente a la comedia y fue el creador de varios programas de culto, como por ejemplo el mítico Cha Cha Cha. De ahí el nombre de la nueva película, que va a seguir el espíritu de ese programa para el que, lo dice el mismo Casero, no hay lugar en la tele de hoy.

Lo tercero: ¿por qué locales cerrados? Porque esa es la forma en que el producto (la peli), llegue verdaderamente sin intermediarios entre los expectadores y los actores. Es un grupo de personas que financia una película (comprando su entrada por anticipado) y luego se reúne para verla, en diferentes ciudades. No es un espectáculo público (que por lo tanto estaría alcanzado por las regulaciones comerciales y artísticas de todos los institutos y organismos pertinentes), sino un grupo de personas, un club, si se quiere, que realiza un acto privado.

Me hace acordar mucho, por varios motivos, al esquema que utilizan Hernán Casciari y Chiri Basilis para editar y distribuir su revista Orsai (y también los libros que se han sumado). Inclusive la pizzería que montaron en Sant Celoni, donde viven, trabaja de ese modo: a puertas cerradas.

Interesante la mezcla, muy interesante. Comunidades de personas que reúnen para producir o crear algo, pero que distribuyen ese producto a puertas cerradas. En Internet es abierto, se puede sumar el que quiera. Se pueden comprar entradas para la peli o suscribirse a la revista. Pero una vez que el producto está “afuera”, offline, ya el tema es cerrado. Básicamente para mantener las narices del Estado a prudente distancia, creo yo.

Pertenecer requiere vincularse a través de la web. Son grupos cerrados-abiertos. Y cada vez se ven más. ¿Alguien conoce algún otro caso?