Adelanto de la columna del domingo en La Capital
La escacez de recursos humanos no es un problema solamente de Argentina. En nuestro país no es tan sencillo hoy conseguir una persona para cubrir un puesto administrativo o para desarrollar un sitio web, como era hace cuatro o cinco años. Por suerte, obviamente.
Pero en EEUU o Europa sucede algo similar. El desempleo es relativamente bajo y cuesta encontrar empleados, especialmente si lo que se requiere es un trabajo part time o una tarea puntual, por un tiempo acotado.
Sin embargo, no es difícil notar que al mismo tiempo que baja el desempleo, sigue aumentando el número de estudiantes que, en los países desarrollados, se endeudan para pagar sus estudios.
Así surgió www.studentgems.com un sitio web británico que pone en contacto a empresas que ofrecen trabajos part time o puntuales con estudiantes que están buscando “changas” que les permitan pagar parte de sus estudios, sin tener que descuidarlos.
La empresa sólo acepta estudiantes de al menos 18 años y les pide que describan sus capacidades, desde los idiomas que saben hablar, hasta las habilidades de programación u operación de computadoras. Hay en total 1400 categorías de habilidades.
Por el otro lado, las empresas pueden buscar personas con las habilidades que necesitan y, si no encuentran a nadie con esas capacidades, poner un aviso en el sitio buscándola.
A simple vista Student Gems es muy parecido a gigantes del sector, como www.bumeran.com, pero su particularidad es que están especializados en un rubro muy preciso.
Financiado por publicidad, el sitio el gratuito para ambos públicos y el valor que crea para cada uno es evidente. Para una pequeña empresa es difícil hoy en día contratar profesionales para todas las tareas que necesitan. Su presupuesto es reducido y están dispuestas a entrenar a alguien con poca o nula experiencia. La experiencia ganada (y el dinero, por supuesto) es la contraparte que motiva a los estudiantes.
Parece apenas la versión virtual del viejo aviso “se busca estudiante” y ciertamente la práctica no es totalmente ajena a nuestra cultura. ¿Porqué no copiarlo?