Éste es el adelanto de mi columna del próximo domingo en La Capital
Gattefosse sintió el profundo ardor en su mano y supo de inmediato que la quemadura iba a ser severa. Instintivamente, el químico francés atinó a mojar rápidamente su mano en el líquido que tenía más cerca en su laboratorio. No era, como él pensaba, un frasco de agua, sino de aceite esencial de lavanda.
Para su sorpresa, y como en tantos otros descubrimientos por azar, pronto se dio cuenta que la quemadura sanó rápidamente y sin dejar cicatrices. René-Maurice Gattefosse se convirtió desde ese momento en un investigador incansable de las propiedades curativas de los aceites aromáticos y en el fundador de la Aromaterapia, término que acuñó en un artículo que escribió en 1928.
En rigor, esto había sido sólo un redescubrimiento, ya que el uso de perfumes y aceites aromáticos para buscar el bienestar físico y espiritual se remontaba a los antiguos chinos y egipcios. Hipócrates, el padre de la medicina, practicaba “fumigaciones” con fines aromáticos y medicinales y un perfumista griego, de nombre Megallus, creó un perfume llamado Megaleion (esencialmente mirra sobre una base de aceite), que tenía propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes.
Aunque en la actualidad es controversial su efecto medicinal, se acepta que inducen la relajación y el estado de bienestar. Y es precisamente el ansia moderna de relajación y bienestar (una de las tendencias sociales más importantes y potencialmente lucrativas), la que ha disparado los negocios relacionados con la aromaterapia.
Hierbas y Esencias (www.hierbasyesencias.com.ar) es una empresa rosarina que crece a caballo de esa tendencia. Fundada en 2002 por un ingeniero químico y una ejecutiva de cuentas, basa su estrategia en integrar la producción desde el cultivo mismo, que se hace sin el uso de agroquímicos en su propio campo.
H&E se mueve en un mercado global que superó los 2.300 milones de dólares, incluyendo productos como velas, difusores, aceites esenciales y sprays. Se calcula que el 34,4% de la población mundial utiliza estos productos y que el 46,9% tiene menos de 35 años.
La aromaterapia forma parte de una tendencia robusta y con gran futuro. Gattefosse estaría orgulloso.