Cuando alguien se dedica a buscar permanentemente ejemplos de negocios novedosos o innovadores es común encontrarse con respuestas entusiastas y escépticas por partes iguales. Eso quiere decir que muchas personas se interesan con pasión por lo que sean novedades en el mundo de los negocios, con un deseo innato por aprender algo que pueda resultarles útil y rentable, además de interesante.
Otros, por el contrario, ven lo “demasiado novedoso” como utópico, algo que siempre es posible hacer “en otro lado”. En otro país, en otra ciudad, en otro sector.
Un tercer grupo, sorprendentemente, aúna estas dos actitudes: se entusiasman e interesan inicialmente… para luego suspirar y rendirse antes de intentar, alegando que esos productos, empresas o negocios son imposibles de crear desde su lugar.
¿Te identificás con alguno de esos grupos?
A veces son tantas las manifestaciones de escepticismo que uno se pregunta si realmente sirve buscar innovaciones empresariales para difundirlas. Sin embargo, con cierta frecuencia, me topo con impresionantes demostraciones, palpables y concretas, de que no sólo que es muy útil investigar novedades empresariales para aplicarlas, sino que los escépticos realmente se están perdiendo algo. Algo así me pasó el año pasado.
El 15 de octubre pasado me contactó por correo electrónico una persona para saber si yo estaba interesado en difundir el caso de su empresa. La empresa es cuestión es un perfecto ejemplo de crowdsourcing. El hecho es que esta persona había visto en el blog ese post o quizás este otro, donde describía qué era el crowdsourcing y cómo podía utilizarse para organizar modelos de negocios innovadores con poca inversión. El segundo corresponde a la presentación en powerpoint de una conferencia que di a finales de 2008. En octubre, más precisamente.
Lo que más me llamó la atención fue algo a primera vista casual. Entre la fecha de publicación del post con el powerpoint (el último) y la fecha de recepción del mail habían pasado exactamente 12 meses. De algún modo, en mi cabeza eso cobró sentido. Para mi era la indicación de que entre el momento en que posteo una innovación empresaria o un producto creativo, hasta que ese producto o modelo empresario está funcionando en Colombia, Argentina, España, Chile o México (por poner sólo algunos ejemplos), puede pasar apenas un año. Es poco tiempo.
Piénsenlo así: en octubre de 2008 el crowdsourcing era relativamente exótico, interesante pero, a primera vista, no apto para cualquier país. Doce meses después, ya era una realidad. La empresa en cuestión es, hasta donde yo sé, argentina, aunque opera en España.
Esta anécdota del crowdsourcing me siguió dando vueltas en la cabeza durante el final de 2009. Algo me hacía ruido. No podía aceptar facilmente que tantas oportunidades empresarias pasaran sin pena ni gloria, sin ser aprovechadas. Y por otro lado había demasiada información valiosa sobre innovaciones sin un correcto “empaque” y un marco metodológico para entenderla y aprovecharla.
Finalmente decidí hacer algo: multiplicar la cantidad de información que doy sobre nuevos productos y nuevos modelos de negocio pero en una presentación nueva. Lo hice porque la anécdota que les cuento me reafirmó más en el convencimiento de que hay tanto por aprender, por imitar y por adaptar, en materia de empresas y productos, que no hacerlo es dejar pasar una oportunidad grande como un elefante.
Lo que hice fue crear un curso que incluye una serie de seminarios que muestran una gran cantidad de productos y servicios absolutamente novedosos, pero capaces de ser adaptados para lanzar en otros países. La mayoría de los productos y servicios son americanos o de países angloparlantes. Adaptarlos y lanzarlos en países hispanoparlantes es una posibilidad MUY concreta. Por eso el subtítulo del curso es: “Productos y servicios novedosos para imitar”. Ese es el objetivo: que puedan imitar y adaptar, que es una de las formar de innovar, aunque parezca contradictorio.
Además preparé una versión sencilla del método que uso, y que puede usar cualquiera, para identificar oportunidades de negocio a partir de tendencias sociales o económicas. Es decir, la lógica detrás del éxito de estos productos y empresas nuevos.
Si estás buscando ampliar el portafolio de productos de tu empresa o quizás estás pensando en lanzar una empresa, pero todavía no sabés con qué producto, esto te va a interesar seguramente. Aquí hay más información y podés inscribirte.
PD: por si les interesa conocer más de la empresa de la que hablaba al principio, aquí va el link.
PDII: El curso comienza el 1º de febrero. Recuerden que desde ese momento tienen 12 meses para crear su empresa 🙂