Hace muchos años, y sin habérmelo propuesto, fui testigo relativamente cercano de una guerra comercial. No una entre gigantes, una entre un David y un Goliat. La mitología popular dice que el pequeño gana, merced a su atrevimiento e inteligencia. La realidad a veces es mucho más dura.
Esta es la historia de una pequeña empresa de bebidas gaseosas que trazó un plan secreto para darle un golpe a la mayor empresa del mundo. El plan se filtró… y los resultados fueron desastrozos. Así golpea Coca Cola cuando se la subestima.