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Cómo presentar un proyecto a un inversor

Esta es una columna que escribí para La Capital en la que explico qué es y cómo se prepara el discurso del ascensor (elevator pitch):

Hablando en el ascensor

Eduardo Remolins

“Hacer espejo” es una vieja técnica de actores y oradores. Consiste en practicar frente al espejo el discurso o guión que hay que aprenderse o presentar en público. Es el equivalente de lo que para los boxeadores es boxear con la sombra: practicar con uno mismo, en soledad, lo que va a hacer luego frente a otros.

Para los emprendedores hacer espejo puede ser necesario también. Especialmente si quieren presentarle su empresa o proyecto a un potencial inversor.

Si el emprendedor en cuestión logra conseguir una entrevista con el potencial inversor, lo típico es que disponga de 20 minutos para hacer su presentación, seguidos de otros 20 minutos de preguntas.

Sin embargo, no siempre es posible conseguir una entrevista formal donde explayarse con relativa tranquilidad. En muchos casos es necesario contarle de nuestro proyecto a alguien que en realidad no nos preguntó nada. No nos dio una cita, ni nos espera en su despacho. Simplemente nos lo encontramos en algún lugar: una cena, una conferencia o simplemente en la calle. Necesitamos presentarnos y presentarle nuestra idea con gran rapidez y precisión y, más importante, de una forma que despierte su interés.

Esa presentación súper-corta del proyecto o empresa suele llamarse “discurso del ascensor”.  Se le llama así porque parte de imaginarnos que nos encontramos con nuestro posible inversor en un ascensor y que tenemos un tiempo extremadamente limitado (digamos hasta llegar al octavo piso), para hablar con él o ella.

Este discurso del ascensor no puede exceder los dos minutos de duración y tiene que tener ciertas características:

-ser claro y preciso

-no usar jerga técnica o especializada

-despertar el interés desde el comienzo

-ser dicho con fluidez y seguridad

Es por eso que “hacer espejo” es muy útil. La espontaneidad tiene su lugar, sin dudas, pero la seguridad nace de conocer profundamente nuestro “libreto”.  Un famoso golfista solía decir: “es extraño pero mientras más practico, más suerte tengo”.  Practiquen y… ¡buena suerte!

(Si estás interesado en hacer una presentación a inversores esto te va a servir)