En algún momento todas las personas pasamos por la situación de querer cambiar de trabajo sin saber exactamente cómo. Actualmente esa tendencia es más fuerte y más frecuente que nunca.
En parte eso sucede porque en la economía digital se van abriendo continuamente nuevas e interesantes áreas de trabajo.
Además, cada vez es más importante para las personas obtener satisfacción personal en un trabajo, además de un ingreso.
También hay nuevas formas de trabajo, como el trabajo remoto o el híbrido, que algunas empresas abrazan y otras se resisten a implementar.
Muchas personas prefieren buscar donde les permitan trabajar en esas modalidades.
Finalmente, hay también muchas formas de trabajo que no son empleo. Hoy es más fácil que nunca “ser una empresa de uno mismo”, como freelancer o incluso con una empresa personal (un “solopreneur”), facturando como una PyME o más, pero sin empleados.
El motivo por el que tienes dudas y cómo resolverlo
Sin embargo, por más deseo que tengamos, muchas veces no estamos seguros o convencidos de dar el paso y cambiar.
¿Por qué? Esencialmente porque no sabemos si vamos a tener éxito encontrando algo mejor y no nos convence dejar la comodidad del trabajo actual, por más aburrido o incluso desagradable que sea.
Y la verdad es que esa duda es muy razonable. Es lógica.
Tiene sentido que te plantees si es prudente dejar un trabajo antes de saber exactamente qué harás o si tendrás un nuevo trabajo pronto.
¿Quieres decir esto que no tienes que cambiar de empleo o buscar otra forma de trabajo?
No, quiere decir que es mejor hacerlo siguiendo una estrategia y sin tomar más riesgos que los necesarios.
Personalmente he cambiado muchas veces de empleo y de forma de trabajo. Y lo he hecho muchas veces “bien” (es decir con una estrategia y teniendo éxito en el cambio) y otras veces… no tan bien.
Con esa experiencia aprendí que hay siete claves a tener en cuenta, cuando se quiere cambiar de trabajo.
1- Haz como la cabra. Avanza, pero mide los pasos.
Dicen que uno de los secretos de las cabras para caminar con seguridad por las montañas es que nunca mueven sus patas traseras de su apoyo hasta que no sienten que tienen un apoyo firme en las delanteras.
Traducción: hasta que no estés seguro de que tienes un nuevo trabajo o altísimas posibilidades de conseguirlo, no abandones tu trabajo actual.
Se ha hecho un culto de esta idea de “dejar la zona de confort” y es algo que comparto… si se hace gradualmente. Los saltos al vacío no suelen ser buenos para nadie.
Y no lo son simplemente porque sentirte sin respaldo (aunque tengas ahorros) conspira contra la tranquilidad y mentalidad que debes cultivar para que te vaya bien en cualquier cosa.
Te quita seguridad y puede incluso minar un poco tu autoestima si la búsqueda se prolonga.
Lo más valioso, lo que tienes que cultivar, es tu mentalidad (tu “mindset”) y para eso necesitas la tranquilidad de que tus necesidades básicas y las de tu familia estén cubiertas por tu trabajo actual, aunque tu objetivo sea dejarlo lo antes que puedas.
2- Busca, pero sin apuro. Buscar sin necesidad siempre es lo mejor.
Cualquier cosa que buscamos en la vida, cuando lo hacemos con desesperación, suele transformarse en un proceso penoso, a menudo menos efectivo.
Al contrario, cuando buscamos algo que no estamos desesperados por conseguir, generalmente llega de forma más natural y con mejores resultados para nosotros.
Esto vale para el trabajo, la carrera, las empresas y hasta el amor.
No muestres apuro ni des la sensación de necesidad, porque no la tienes.
Puede que tu situación actual no sea la deseada, incluso que sea incómoda, pero no tienes las manos vacías. Que se note.
Busca y contáctate con posibles empresas y empleadores con la actitud de quien está abierto a escuchar, pero nada mas. Sin apuro. Sin necesidad.
3- Haz crecer tu marca. Siempre, no importa si ya estás buscando otro trabajo o no.
Muchas veces trabajar en una empresa hace que nos aburguesemos un poco y nos volvamos perezosos en cuanto a la imagen que proyectamos fuera de ella.
Estamos “cómodos” (más o menos) y no prestamos mucha atención a nuestra marca personal.
Eso quiere decir: nuestro perfil en Linkedin, la forma en la que nos presentamos profesionalmente, nuestra presencia digital. Cómo nos definimos y cómo definimos lo que ofrecemos, el valor que le agregamos a nuestra empresa actual.
No lo hacemos porque tenemos, digamos, un único comprador de nuestros servicios, un “comprador seguro”. ¿Pero es realmente seguro? No tanto.
Por ese mismo motivo (y porque quieres cambiar ese trabajo) no debes dejar de mantenerte visible fuera del ámbito de tu empresa.
Mantener y hacer crecer tu marca personal, incluso aunque no estés aún abiertamente “en el mercado”, es decir en búsqueda activa de trabajo.
Estés o no estés buscando un cambio de carrera, tu marca es tu marca. Es tu mayor activo, y no se debe dejar nunca de hacer crecer.
Nunca sabes cuándo o quién va a ver tu presencia (en redes o en otro lugar) ni qué puertas te va a abrir.
Más importante aún hoy en día: asocia tu marca personal al conocimiento de habilidades digitales.
No importa si tu perfil es técnico, de marketing, de finanzas o de lo que sea. Deja ver que lo digital no te es ajeno ni desconocido.
4- Fórmate. Aprende algo nuevo. Todo el tiempo.
Incluso aunque no sepas exactamente en qué dirección vas a orientar tu carrera, no dejes de aprender habilidades y de explorar nuevas áreas de conocimiento y herramientas.
Esa misma búsqueda de áreas y temas a aprender (guiado por tus intereses) te dará pistas sobre la dirección en que puedes continuar tu carrera. aprende y busca esa coincidencia entre las cosas que te atraen y las que están buscando las empresas.
Las tendencias en el mercado del empleo que coinciden con tus inclinaciones y conocimientos, actuales o que puedas adquirir.
Nunca fue más fácil aprender. Con cursos gratuitos o de pago en Coursera, Udemy o Linkedin Learning, brindados en algunos casos por universidades de prestigio, con certificados, si lo quieres, asincrónicos (sin horarios fijos), en tu idioma.
También puedes aprender y mantenerte actualizado de los temas que te interesan o que están relacionados con tu profesión o trabajo en newsletters, podcasts y blogs.
Es un buffet infinito, en gran parte gratuito, de todos los conocimientos que podrías querer adquirir, en el nivel de profundidad que quieras o necesites. Aprovéchalo.
Sé un curador de tu propia lista de recursos de aprendizaje, selecciona las fuentes y ponlas en un lector de RSS como Feedly para visitarlos periódicamente y ver qué contenidos nuevos publican.
Los conocimientos nuevos te dan tres cosas:
- Información sobre qué se demanda en el mercado laboral.
- Herramientas para ofrecer a ese mercado
- Confianza en tí mismo y tus conocimientos y habilidades
Busca especial y específicamente conocimientos que refuercen tus habilidades digitales o que te las proporcionen, si tienes pocos conocimientos de este tipo.
No es necesario ser un perfil técnico ni un experto, hay habilidades digitales para cada perfil y de baja dificultad de aprendizaje.
5- Sé leal. No amenaces, pero “avisa”.
Hay dos extremos en cuanto a la relación con tu empresa actual.
Un extremo es decirles que te encuentras buscando otro empleo. Eso es una locura, obviamente.
El otro extremo es no decir nada. Eso tampoco está tan bien.
Ser leal con tu empresa actual (por más que no sea un lugar tan agradable) es tomar una solución intermedia entre esos extremos.
Dales a conocer que hay ciertos aspectos con los que no estás tan cómodo. Que hay cosas en la empresa, en tu sector o en tu empleo que podrían mejorarse.
En pocas palabras: dales a entender que no todo está perfectamente.
No amenaces con renunciar (eso nunca se hace) pero trasmite tus inquietudes de una forma que le de a la empresa la posibilidad de mejorar tu situación.
Es probable que no lo haga, pero entonces cuando te vayas ya no será tu problema.
Es mucho mejor esto que generar resquemores cuando te vayas de una empresa que no sabes en qué momento volverás a cruzar en tu camino.
6- Relaciónate. Que te conozcan y te valoren fuera de tu empresa.
Igual que en el caso de la marca personal, cuando estamos mucho tiempo en una empresa tendemos a creer que las únicas relaciones que tenemos que cultivar son las de nuestros compañeros o los directivos de la empresa.
Tendemos a encerrarnos en un “ecosistema limitado”. Por eso cuando necesitamos salir, nos encontramos con pocos recursos fuera de él.
Eso no te puede pasar. Cultiva las relaciones, online y/o presenciales, todo el tiempo.
Tu red es personal y es “móvil”, como tus conocimientos y experiencia: los llevas donde vayas.
7- Busca apoyo en alguien que ya lo haya hecho antes. Benefíciate de la experiencia ajena.
Tener alguien que nos de una opinión objetiva, con otra perspectiva, es algo muy valioso.
Se avanza más rápido y con menos tropiezos.
A la hora de reinventarse, de ponerse en valor, de recrear nuestra marca personal, de valorar nuestros activos y experiencias, la visión de un tercero, especialmente cuando ya ha recorrido el camino que estás recorriendo tú, es invalorable.