Este es un buen tema para Julia Gutiérrez, que sabe más de comunicación empresaria que yo. La historia es ésta: hace media hora, leyendo LaNación, vi en la pantalla un enlace patrocinado (un aviso, bah), de Coca Cola que se titulaba La Verdad sobre Dasani. Evidentemente el sitio apunta a aclarar, desde el punto de vista de la empresa, un escándalo del que yo no estaba enterado. En breve: Coca Cola inició un juicio a Aguas Danone y a una agencia de publicidad por “difundir información falsa” sobre Dasani. A pesar de que obviamente se cuida de no repetir la información que dieron sus competidores, en el sitio se menciona que “lo de Inglaterra fue un hecho aislado”.
Y aquí comienza la otra historia. Como consumidor de ese producto y como lector me queda la curiosidad de qué fue “lo de Inglaterra”, así que googleo el tema y me encuentro con decenas de informes sobre el tema, entre ellos, éste. El asunto fue que en 2004 Coca Cola tuvo que retirar 500.000 botellas de circulación en el Reino Unido porque contenían Bromato de Potasio, un químico considerado cancerígeno.
La controversia (y el juicio) continúan, pero mi pregunta es la siguiente: ¿sirve para una empresa cuya reputación está en jaque, armar un sitio “de esclarecimiento”, o por el contrario, es un bumerán, en tanto alerta a personas (como yo) que no estaban al corriente del tema? ¿Tendrá algo de razón ese dicho popular que reza: “no aclares que oscurece”?
Coca Cola puede ser culpable o inocente, pero ¿le sirvó armar ese sitio?