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Amazon Go: ¿cómo será el supermercado del futuro?

La apertura por parte de Amazon de su primera tienda física de comestibles (ya había incursionado con librerías antes), me ha dejado preguntándome varias cosas.

Recordemos que abrió sus puertas (en modo beta y sólo para sus empleados) Amazon Go, una tienda de conveniencia donde el cliente sólo tiene que escanear al ingreso un código de la app correspondiente, elegir los productos que desea y luego simplemente marcharse. No hay colas ni cajeros automáticos.

El costo total de los productos se carga a su cuenta de Amazon y la factura se envía automáticamente a su móvil. Esto se logra con un uso sofisticado de tecnologías como sensores, computer vision e inteligencia artificial.

Estos son los hechos básicos (más los planes de expandir este modelo a más de 2.000 locales distribuidos por el país), sin embargo los interrogantes que abre demuestran que el nuevo modelo es más que una novedad llamativa.

1. ¿Amazon es una empresa de qué? Solíamos pensar que era una gran librería virtual, hasta que ingresó agresivamente y con éxito en las ventas de otro tipo de productos como informática, electrónica, etc. En ese momento dijimos que era el mayor retailer online del mundo.

Pero eso fue hasta este momento. ¿Cómo definimos ahora a Amazon?

Acostumbrado como estoy a valorar a las empresas de acuerdo a sus capacidades básicas, ¿cuáles son las del gigante de Seattle? La logística de grandes volúmenes y un gran número de productos es una de las más evidentes, pero no es la única.

De hecho, el lanzamiento de la tienda futurista da muchas pistas. Por ejemplo la posibilidad que da la aplicación de hacer un seguimiento del movimiento del cliente dentro de la tienda, le da datos invaluables en cuanto a preferencias y patrones de elección del cliente.

Del mismo modo que nuestros patrones de búsqueda y navegación online le dan información para que sus algoritmos de IA nos sugieran otros productos que podrían interesarnos, en la tienda física ocurrirá otro tanto.

Amazon es una empresa en la frontera en lo que se refiere al uso de Big Data para mejorar la experiencia de compra del cliente y por supuesto aumentar su gasto promedio. Sus habilidades básicas se presuponen (procesos de compra, logística, promoción, etc.), pero lo que hace la diferencia no es eso. Es la información, la tecnología y el uso inteligente de ellas.

¿En el futuro las empresas serán todas empresas de datos?

2. ¿Este es el futuro del supermercado? El mayor grupo italiano de supermercados Coop Italia ha desarrollado su propio “supermercado del futuro”, en conjunto con Accenture e incorporando tecnología de Microsoft, como los sensores Kinect que interpretan los movimientos de las manos de los consumidores para brindarle información o desarrollar tareas.

El supermercado ubicado en Milán incorpora mesas interactivas donde se puede obtener información de los productos en un monitor, así como estanterías con tecnología touch screen para mejorar las búsquedas de productos y promociones.

Lo que se ve es que la tendencia no sólo a simplificar y acelerar el proceso de compra, sino a reemplazar las funciones “humanas” en las tiendas, a través del uso de tecnología, ha venido para quedarse.

3. ¿Qué pasa con el trabajo “humano”? No casualmente la tríada de tecnologías utilizadas por Amazon son las mismas que se utilizan en los autos sin chofer que continúan desarrollando (con distinto grado de avance), empresas como Google, Apple o Tesla.

Es discutible si esta tendencia se origina en limitaciones y regulaciones que aumentan en el mercado de trabajo (la imposición de un salario mínimo de USD 15 por hora en EEUU, redundó en la introducción por parte de Mc Donald´s de cajeros automáticos para tomar los pedidos), o si simplemente es el avance natural de la tecnología y las oportunidades que nos ofrece.

Lo indiscutible es que se tiende a reemplazar puestos de trabajo de baja calificación y que si estos pudieran seguir existiendo sería sólo con remuneraciones bastante bajas.

Sabemos que las personas tenemos habilidades y capacidades, más allá de la educación formal, que superan con creces lo que puede hacer una máquina o un sofisticado software.

La pregunta es: ¿cuáles serán los trabajos del futuro, “a prueba de robots”, que tendrán las personas que no tienen una formación técnica o avanzada?

Aún no lo sabemos. El futuro se desarrolla delante de nuestros ojos.