El domingo La Capital publicó esta entrevista que me hizo Alvaro Torriglia, el editor de economía del diario. A Alvaro lo conocí por el 99 o 2000, cuando comencé a escribir esporádicamente para el diario. Siempre me impactó de él su capacidad como redactor y el vuelo literario que le daba a algunas notas cuando le brindaban esa libertad. Ahora que escribo regularmente mi columna en el diario y que él dirige la sección no podría sentirme más cómodo. Que alguien como Alvaro me elogie el estilo me llena de orgullo.
Algo similar a lo que me ocurrió cuando Oscar Bertone que me acompañó en la presentación del libro en Rosario, fue tan generoso como Alvaro, o cuando Sandra Cicaré me invitó a su programa de tele. Oscar es uno de los mejores periodistas que conozco y una persona con una honestidad intelectual sorprendente. Sandra, como Oscar, tiene una increíble ductilidad para moverse tanto en el periodismo gráfico como en los medios electrónicos y hacerlo desde un discurso único, sin dobleces. Los elogios tienen el valor de quién los dice. Con gente así, valen el doble.