Los norteamericanos no quieren poner todos los huevos en la misma canasta, dice Walter Fang. Ese, según él, es el motivo por el que están diversificando los mercados en los que sus empresas tercerizan el desarrollo de productos y la prestación de servicios tecnológicos.
En los últimos años los indios han sido tan exitosos en vender las bondades de su país para desarrollar software o proveer servicios informáticos, que sus exportaciones hacia los EEUU crecieron varios años por encima del 40%. India es hoy, por lejos, el país que más desarrollo de software les vende a los americanos.
No por mucho tiempo, dicen los chinos. Debido a la creciente demanda yankee, las exportaciones de software de China se multiplicaron por siete desde 2000, hasta alcanzar los US$ 2.800 millones. EEUU parece querer reducir su exposición y dependencia de la India.
La empresa de Fang, Neusoft, incrementó sus ingresos por desarrollo de software para los EEUU en 60%, mucho más que el 12% a 15% que crece en el mercado doméstico. El dato no es irrelevante ya que Neusoft es el principal jugador chino en el mercado de la tercerización de software y servicios. Aún así, sólo el 10% de sus ingresos externos se origina en los EEUU. Hay espacio para crecer.
La perspectiva es que lo hagan. Y tienen con qué.
(más datos y el resto del artículo en mi columna del domingo en La Capital )