Mi artículo para Rosario Express de Enero:
Dicen los que han tenido experiencias cercanas a la muerte, que en el momento final uno ve dos cosas: la famosa luz brillante al final del tunel y una breve pero completa revisión de la vida, al menos de los momentos más importantes.
Mientras miro en la pantalla de mi notebook los principales titulares de Clarín y CNN no puedo evitar pensar que algo similar está sucediendo con el siglo XX. Nosotros ya lo habíamos velado en medio de los festejos del Año Nuevo del 2000 (o del 2001 los más rigurosos), pero el siglo viejo sólo agonizaba.
Es ahora, cuando veo en los diarios las fotos que ilustran los festejos del 50 aniversario de la Revolución Cubana, con un Fidel joven y vociferante entrando a La Habana, que me doy cuenta que el siglo XX está repasando los hechos más importantes de su vida en su cama de hospital. Veo las fotos del baño de sangre en que sumieron a Gaza los ataques israelíes (que al momento en que escribo suma más de 300 muertos), y es imposible no retrotraerse a los peores momentos del conflicto árabe-israelí del siglo pasado.
Nunca las transiciones fueron prolijas. El siglo viejo puede que camine hacia la luz blanca, pero se resiste a morir. Se acumulan y se superponen noticias brillantes y esperanzadoras, con rebrotes violentos y reaccionarios.
Asisitimos a la elección en los EEUU del primer presidente afroamericano de la historia, con un discurso tan diferente al de George W. Bush, que los dos parecen haber surgido de planetas diferentes. Obama apuesta al diálogo, el entendimiento, la innovación puesta al servicio del cuidado del medio ambiente, el retiro de las tropas americanas de Irak y el fin de la “guerra al terror”.
La reacción a su agenda de gobierno ni siquiera esperó a que asumiera. Hace cuarenta y cinco días un amigo rosarino recibe a otro que acaba de llegar de Israel, su primer comentario sobre la situación en Medio Oriente es premonitorio y lo deja helado: “se comenta en Israel que le van a plantar un ataque a Obama antes de que asuma, los israelíes no se van a quedar de brazos cruzados mientras los americanos retiran sus tropas; NO LO VAN A PERMITIR”. Un mes y medio después, el horror en Gaza. Hay un siglo viejo, un orden añejo, que se resiste a morir. Que insiste con el “choque de civilizaciones”, de Samuel Huntington y la política adicta al petróleo.
¿Y la economía? Lo mismo. Se superponen brillantes promesas con espectros del pasado. Conviven la economía del conocimiento, que ofrece un horizonte de crecimiento sin restricciones y fuentes de energía renovables y limpias, con Bernie Madoff, el viejo estafador de Wall Street que organizó pacientemente y durante décadas el engaño más grande de la historia, por más de 50.000 millones de dólares. Es el prototipo de los piratas financieros, para quiénes las ganancias no tienen nada que ver con el valor que se crea o el servicio que se presta a la sociedad. La codicia desatada.
2009 va a ser el año en que, posiblemente, la transición comience a completarse. La nueva organización y regulación global de los mercados financieros debería comenzar a delinearse este año. El relanzamiento de la industria automotriz americana tendrá como condición fuertes planes de inversión para desarrollar autos eléctricos e híbridos. EEUU será un jugador activo y positivo en la reversión de los problemas climáticos e Internet alcanzará probablemente la masa crítica necesaria para que cualquier persona con una conexión a la web pueda trabajar o montar un negocio desde su casa.
¿Y en Argentina? También estamos en transición y con noticias cruzadas. 2008 fue el mejor año para la ciencia argentina, con más de 600 científicos que regresaron a trabajar en el país. Argentina no sólo fabrica ya satélites y vende reactores nucleares para usos científicos y médicos a países desarrollados, sino que ahora también fabrica generadores de energía eólica.
Al mismo tiempo, el país navega sin estadísticas confiables hace más de dos años, aprueba la llegada de capitales de orígenes dudosos, confisca ahorros privados, perdona las causas penales a los evasores y llueven las denuncias de corrupción. Los índices sociales vuelven a retroceder (crece la pobreza) y la industria, después de su impactante recuperación, vuelve a verse amenazada por un tipo de cambio inadecuado.
¿Y a nivel personal, qué hacemos? A río revuelto, ganancia de emprendedores, podría decirse. Este año y los dos siguientes posiblemente, serán un período de cierto riesgo, donde conviene estar con los ojos bien abiertos. Pero al mismo tiempo será una etapa de oportunidades para las que también conviene estar atentos.
Navegar este año será como atravesar un mar “picado”. No es imposible pero hay que prestar mucha atención a las maniobras y, obviamente, saber en qué dirección se quiere ir. Lo que sigue es un punteo de la “carta de navegación” para desarrollar proyectos económicos en 2009 que presenté hace un mes en el ciclo de charlas de Palace Garden y Mañana Express. Aquí puede consultarse una presentación en powerpoint que amplía el tema.
1.Aprovechar los negocios que genera la crisis. Satisfacer nuevas necesidades y resolver nuevos problemas.
2.Privilegiar los proyectos de baja inversión. Utilizar canales de bajo costo y privilegiar proyectos de servicios, donde la mayor inversión sea el propio trabajo.
3.Sumar socios y aliados. Distribuir el peso de la inversión.
4.Apuntar preferentemente a la exportación. Aún con un mundo en recesión, el mercado global siempre es más atractivo que nuestro círculo más inmediato, especialmente con un tipo de cambio que tiende a aumentar.
5.Privilegiar los productos destinados a sectores de altos ingresos. Cuando no se puede resolver una necesidad nacida de la crisis (punto Uno) conviene apuntar al consumo de aquellos sectores a quienes la crisis los afecta menos.
6.Comenzar los negocios en paralelo. Si estás trabajando en una empresa, ¡este no es el momento de renunciar!
7.Evitar la competencia, apostando a productos o servicios diferenciados. La demanda nunca se achica para el que inventa un segmento de mercado nuevo.
8.Enfocarse en el proceso. En otras palabras, elegir lo que a uno le gusta hacer, que suele ser aquello de lo que más sabe, es una estrategia ganadora. Buscar “el filón”, una quimera.
9.Recurrir a los clientes aún antes de empezar. Recurrir a ellos para financiar la empresa (crowdfunding) o para conseguir pedidos adelantados.
10.Usar y abusar de Internet. La web es el canal de venta más barato, la puerta al mundo más accesible, la estructura empresarial más liviana y funciona cuando todo lo demás deja de funcionar.
2009 comienza, quizás, como un año bisagra, un año de transición. Del pánico económico y la violencia política a un ordenamiento más justo y sustentable. Todavía aparecerán por un tiempo los Bernie Madoff en economía y los discípulos de Huntington en política. Pero a no asustarse. Cuando los veamos, digamos como el chico de Sexto Sentido, la película de M. Night Shyamalan: “Veo gente muerta”.