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Todo lo que puedas leer por 18 euros

Mi columna de este domingo en La Capital:

Tenedor libre de revistas

Eduardo Remolins

¿A quién no le ha pasado? Pararse en el kiosco de diarios y pasarse un buen rato entre la tapa de la revista de deportes, la de política, la de actualidad, la de música o la de negocios. No saber por cual decidirse y pensar que, si las llevaras todas, la cuenta superaría fácilmente los 100 pesos.

Eso es porque no vivimos en Francia, donde uno puede comprar 400 revistas por mes, por un precio fijo. Un tenedor libre de revistas: todo lo que puedas leer por 17,90 Euros y en formato digital.

La idea se le ocurrió a Relay (www.relay.fr), un distribuidor francés de revistas que apuntó a los clientes eco-responsables, preocupados por las toneladas de papel, agua y combustible que hacen falta para imprimir y distribuir las revistas que se consumen en el mundo.

El sistema incluye un software de lectura llamado Delivery. Una vez que se lo instala el cliente comienza a recibir las revistas elegidas en formato multimedia, es decir que además de las notas de la versión impresa incluyen sonido, videos, videojuegos, fondos de pantalla y links interactivos. Además, para ubicar las notas puede usarse un buscador especial y el contenido puede guardarse para leer off line, clasificarse y hasta crear números especiales mezclando las notas de distintas revistas.

Como el producto está orientado a consumidores eco-conscientes, 1 Euro del precio de la suscripción mensual es destinado a la WWF, la organización ecologista, que dedica esos fondos a la reforestación de los bosques de Nueva Caledonia, reducidos en las últimas décadas al 1% de su tamaño original.

El producto es una cruza entre la industria de contenidos y entretenimiento y los cada vez más visibles  econegocios, aquellos que apuntan a mitigar los efectos negativos de la economía sobre el medioambiente.

El tiempo dirá si los consumidores se acostumbran a leer directamente de la pantalla. Por lo pronto, si la lectura es en la cama y con la notebook, hay que tener más cuidado de no volcar el café con leche.