Cómo aprovechar las oportunidades de la crisis en 2009

Federico Ré es un joven periodista que me entrevistó ya un par de veces. Esta vez lo hizo para Darse Cuenta.

La entrevista comienza, inevitablemente, con las características y los alcances de la crisis económica, pero va derivando lentamente (son sólo 6 preguntas, no se preocupen) hacia las oportunindades y cómo aprovecharlas. Las preguntas están especialmente orientadas a la situación argentina, aunque muchas respuestas se pueden aplicar a la mayoría de los países y situaciones.

Me gustaron especialmente dos preguntas. La 5: “¿Es Negocios Locales todavía un libro relevante en este contexto?” Y la 6: “¿Qué papel tiene la creatividad en todo esto?” (en aprovechar las oportunidades económicas de la crisis). Aquí va lo que respondí:

 01-   ¿Está preparado el país para recibir el “coletazo” de la crisis financiera mundial? ¿Es Argentina un país con “conciencia” de la gravedad del asunto? (¿Es realmente tan grave cómo se dice?)

 

Si y no. En cuanto a la preparación por parte del gobierno, se reaccionó un poco tarde (primero se negó la crisis o sus posibles efectos en el país) y luego no todo lo que se preparó para enfrentarla es bueno. Un excelente ejemplo es la apropiación de las jubilaciones privadas. Claramente eso fue disparado por la crisis y la necesidad desesperada de “hacer caja”. Pero se hace a través de un mecanismo dudosamente legal, confiscando fondos privados y dándole un golpe muy grande a la credibilidad y las instituciones económicas. Un robo, bah! Por otro lado, en la batería de medidas paliativas que fue anunciando la presidenta destacan la inversión en infraestructura y los planes de aliento al consumo. En estos casos las dudas (mis dudas, al menos) pasan por la capacidad de implementación de esos esquemas y por la transparencia y eficiencia que haya en el uso de los recursos.

 

Sin embargo, el país en sí mismo, aún tomando en cuenta los inconvenientes que podemos tener, enfrenta la crisis con una economía que viene en crecimiento y con superavit fiscal y comercial. No es una mala situación. Es cierto que se ha hecho mucho en los últimos tiempos para debilitar esos dos superávits, pero el hecho es que nuestra “entrada a la crisis” es desde una posición más fuerte que la que tenía la economía argentina en la década de los noventa, por ejemplo (con déficits gemelos). Esto suena controversial, pero es cierto. La clave para entenderlo es que estas fortalezas relativas son producto del andamiaje económico que armaron Duahalde-Lavagna a la salida de la crisis y no tanto de las políticas implementadas por los Gobiernos de NK Y CK.

 

Con respecto a la crisis: SI ES GRAVE. La crisis es un punto de inflexión en muchos aspectos: desde la regulación financiera internacional (que probablemente cambiará) hasta el tipo de tecnología utilizada en los automóviles o para la producción de energía (que también cambiará). La crisis se magnifica en parte porque coincide con un recambio presidencial en los EEUU (país donde la crisis se origina) y además porque ese recambio presidencial es un preanuncio en sí mismo de cambios importantes.

 

Sin embargo la naturaleza de la crisis (y por lo tanto los remedios para enfrentarla) en los EEUU y en la Argentina (u otros países en desarrollo), es diferente. Por lo tanto no se pueden copiar estrategias a la ligera. EEUU tuvo un quiebre inmobiliario y bursátil, una caída de la demanda fortísima que siguió a la contracción del crédito y un pánico generalizado que se manifestó en una alta demanda de bonos públicos. Ese es un escenario ideal para que el país adopte políticas keynesianas porque el estado cuenta con recursos y capacidad de obtenerlos para sostener la demanda y socorrer sectores puntuales.

 

Argentina tiene una situación diferente: enfrentó una reducción de los precios de sus productos de exportación y casi con seguridad experimentará una retracción de la demanda de algunos de esos productos. El Estado genera desconfianza, a diferencia de los EEUU, y su situación fiscal tiende a debilitarse. Aquí el problema y el remedio son cómo cambiar los precios relativos (subir el tipo de cambio) sin provocar inflación, para que el nivel de actividad de la economía no se vea tan afectado. Es decir, que la recesión sea lo más suave posible o no haya recesión. Son dos problemas diferentes y requieren un tratamiento diferente.

 

 


02- ¿Qué debería hacerse para que el golpe no se sienta tan fuerte?

 

En mi opinión, hay que devaluar gradualmente (posiblemente a una tasa mayor que la que estamos viendo) SIN AUMENTAR,  O  MEJOR REDUCIENDO, EL GASTO PUBLICO EN DOLARES. Es decir el aumento del gasto público tiene que ser menor que la devaluación que se ponga en marcha. Junto con eso hay que desinflar las expectativas inflacionarias, pautando con sindicatos  y empresas aumentos moderados de salarios para este año. Parte de ese acuerdo puede ser la promesa de limitar al mínimo posible los despidos y acordar los precios de algunos bienes clave (alimentos, por ejemplo). Sin embargo, toda la actividad que lleva adelante actualmente el Secretario de Comercio la considero negativa (aprietes incluidos) y debería ser totalmente abandonada, principalmente por inefectiva. Las retenciones deberían ser reducidas significativamente porque esto ayuda también a modificar los precios relativos (mejora los ingresos de los exportadores). El INDEC debe recuperar credibilidad normalizando su actividad, porque de otro modo no se puede negociar aumentos de salarios en los que todos estén de acuerdo en la inflación que se tiene (Moyano ya habló de esto). Finalmente los planes de estímulo al consumo (línea blanca, automóviles) deben ser consensuados y coordinados con Brasil, principalmente, ya que de otro modo corremos el riesgo de estar subsidiando la producción industrial de nuestro vecino.

 

03- ¿Qué opinión tenés con respecto a la idea de que “toda crisis genera oportunidades”? Montones de libros de economía y especialistas hablan de ello, ¿cómo puede pasarse de la teoría a la práctica? ¿Es un discurso prefabricado, vacío? ¿Puede adaptarse a un país como el nuestro?

 

Acuerdo con esa idea. Puede usarse como un discurso vacío, pero no te quepa duda que muchos empresarios lo aplican muy bien. Una de esas oportunidades surge, en los países donde la crisis pegó más, de la baja de los precios de los activos, financieros (acciones) o reales (casas). Llega un punto en la crisis en que se abre la temporada de compras y se aprovechan las “gangas”.

 

Por lo demás, hay dos estrategias generales que uno puede poner en práctica en un contexto de crisis. Una es reducir la competencia a la que está expuesto. Dado que la demanda en menor, no quiero pelearme por los pocos clientes que hay. Esto por supuesto también es válido en épocas de vaca gordas. La otra estrategia es desarrollar o adaptar productos o servicios para las necesidades o problemas específicos que genera la crisis. Finalmente, hay una serie de reglas de “buenas prácticas” (que incluyen cómo evitar el uso del crédito) para épocas de crisis que conviene seguir. Aquí menciono algo de todo esto: http://enpiyama.wordpress.com/2008/12/04/diez-claves-para-emprender-en-el-2009-powerpoint/ 

 

 

04- ¿No creés que hay gente que puede confiarse demasiado en esa idea y largarse (sin mucha experiencia) a hacer negocios en esta época con resultados poco prometedores?

 

Esa es otra de esas reglas de buenas prácticas: no es el mejor año para precipitarse a renunciar a un empleo, por ejemplo, si lo que quiero hacer es crear mi propia empresa. Es un año de prudencia y de desarrollar proyectos en paralelo, si es posible. Sin embargo, si te quedás sin trabajo, puede que la situación te empuje a desarrollar algo que termine siendo un excelente negocio a mediano plazo. En eso también las crisis son generadoras de oportunidades. Te “empujan”. A veces no tenés opción.


05- En “Negocios Locales, Oportunidades Globales” hablas de cómo las nuevas tecnologías y tendencias pueden aprovecharse para hacer buenos negocios. Cuando escribiste ese libro Argentina estaba recuperándose de una gran crisis; y pareciera que actualmente estamos adentrándonos en otra… ¿cómo se crea riqueza en este momento de gran incertidumbre y especulación?

 

NLOG salió en 2007. Yo diría que era la “luna de miel” económica, el pico de la actividad. Pero la esencia del libro sigue siendo válida, creo. Inclusive algunas partes son aún más válidas ahora. Por ejemplo, el capítulo dedicado a Econegocios, es mucho más relevante en este contexto que hace dos años. Y va a ser aún más relevante, creo, a medida que pase el tiempo. Después hay partes o capítulos que son válidos en cualquier contexto. Por ejemplo, el mecanismo que presento para identificar negocios es el mismo y la crisis te abre nuevas necesidades para ponerlo en práctica. Cómo presentar un negocio o proyecto a un inversor angel es muy relevante hoy porque, a no engañarse, no es que falte dinero, faltan opciones de inversión. El inversor está asustado y corre a guarecerse, pero el dinero no se evaporó. Puede haberse “esmerilado” un poco, pero hay mucha gente muy líquida que está viendo que puede hacer con su dinero. Eso se puede aprovechar. Me imagino que hasta un inversor conservador y prudente puede tolerar el riesgo de poner hasta un 10% de su cartera en una inversión directa en una empresa diseñada o adaptada para ser rentable en este contexto de crisis. Ahí tenés otra oportunidad.  

06- ¿Qué nivel de “capacidad” tienen los hombres de negocios locales para hacer negocios en coyunturas como éstas?

 

Yo diría que un nivel de capacidad alto. Somos expertos en crisis. Nuestras falencias están más en el planeamiento de largo plazo, la construcción de grandes grupos económicos, por ejemplo. Pero el aprovechamiento rápido de oportunidades emergentes en una crisis es una especialidad argentina, como las mollejas o los alfajores. No sé si esto es bueno, pero hay que aprovecharlo ahora.


07- ¿Qué papel juega la creatividad en esta tarea?

 

Juega el papel central. Siempre juega un papel importante la creatividad en el mundo empresario. Pero cuando todo el entorno cambia y rápido y tenés incertidumbre, juegan más los reflejos, la flexibilidad y la creatividad. Quizás por eso somos tan creativos a veces. Nos “mueven el piso” con tanta frecuencia… Sin embargo, creo que a veces nuestra creatividad es de supervivencia. Si pudiésemos concentrar esa capacidad en crear negocios capaces de perdurar en el tiempo, de crecer, de expandirse geográficamente, sería mucho mejor. Uno puede sobrevivir en una crisis vendiendo pelotas de tenis gigantes en las esquina. Y está muy bien. A veces, según tu situación, es lo que tenés que hacer. O lo que podés hacer, según tus recursos. Sin embargo, si la creatividad se aplica para desarrollar, por ejemplo, una marca de indumentaria de alto valor para darle la posibilidad al consumidor de altos ingresos de reemplazar a las marcas italianas o alemanas que ya no se pueden comprar por lo caras, como fue el caso de Etiqueta Negra en la última crisis (2002), entonces la innovación me permite crear un valor que permanece. Que es más interesante. Que se aprovecha también en épocas de bonanza. Esa es la clave.